Mucha ropa que tenemos abandonada en el armario, con un simple toque de creatividad, podemos conseguir actualizarla y darle una segunda oportunidad.
Por ejemplo, este abrigo me lo trajo una clienta y me confió que yo lo transformara a mi gusto. Le cambié los botones, le forré los bolsillos y le puse una cinturilla decorativa en la espalda.
Ella quedó encantada con el resultado, ¿que os parece?
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